Así que aquí te dejamos una lista con los más tóxicos y desgraciados: Lo peor es que después de que Montserrat le perdonara todo, siguió dudando de ella y constantemente la ponía a prueba para demostrar su amor y fidelidad. Alejandro más que amor, necesitaba clases de control de la ira y ✨terapia✨. Otro que también necesita clases de control de la ira. Y aunque tiene buenas intenciones, no podemos dejar de notar que cuando se encuentra con Maricruz ya convertida en Maria Alejandra Mendoza, en varias ocasiones se comporta como un completo patán, celópata y hasta mezquino. Si Teresa era tóxica, Arturo le dice con permisoooooo. Además de tener problemas de ira, ser un terrible jefe, agresivo, egocéntrico y pegarle a la pared, Armando era el peor novio. Nunca respetó su relación con Marcela y pretendió tener sentimientos por Betty para no perder la empresa, aun cuando no le parecía atractiva y hasta se burlaba de ella por su aspecto. Lo peor es que, después de que Betty descubriera la mentira, se hace la víctima y aunque descubre que está enamorado de ella no deja de señalar que “no sabe cómo se enamoró”, como si la “fealdad” de Beatriz lo hiciera imposible. WTF. Eso lo lleva a maltratar a Matilde física y psicológicamente, porque en su cabecita la chica es la razón de sus males. Sin embargo, por alguna extraña razón, tiempo después Matilde se “enamora” de él y cuando cree que será feliz, el tipo vuelve a maltratarla porque cree que ella lo engañó. Esta historia tiene un final feliz, pero aquí nos preguntamos ¿qué tiene de feliz vivir con un abusador? Usaba el viejo cliché de “la prueba del amor” para insistir en tener relaciones íntimas, tenía ataques de ira que lo llevaban a golpear la pared o a empujar a Mía para intimidarla y usaba su relación para poder vengarse del padre de esta. La romantización del amor tóxico a todo lo que da.